Hace más de 20 años, en Castell d'Age implantaron la agricultura ecológica en sus fincas, y elaboraron los primeros vinos y espumosos ecológicos. La filosofía la llevó Anne Marie: el respeto por la tierra, las cosas bien hechas, el cuidado por el detalle... El resultado se nota. Se saborea.

El respeto por el medio es su máxima prioridad. Conscientes de que todo lo que ocurre en la Tierra es un reflejo de lo que ocurre en el cosmos, trabajan siguiendo los ciclos de la Luna, los planetas y las constelaciones.

Su tesoro más preciado es su suelo. Lo considero como un ser lleno de vida, dinámico y armónico. Es lo que nos diferencia y nos otorga la tipicidad que buscamos por nuestros vinos y espumosos.

Por eso la adoban con el compuesto vacuno que elaboramos nosotros mismos, al que incorporamos los preparados biodinámicos. Reducen al mínimo el paso de maquinaria por los viñedos. Mantienen una cubierta vegetal espontánea que asegura la biodiversidad en nuestra finca. Y utilizan los recursos que les aporta la tierra, para mantener la riqueza que legaron sus antepasados.

La tierra por encima de todo. La responsabilidad y el amor por nuestro medio les identifican.