La idea de este concepto se basa en el hecho de que todo el proceso que comporta la elaboración del vino y del cava lo llevan a cabo y lo supervisan ellos mismos. Des de la plantación de la cepa hasta el degorjado de cada botella para dejar el producto terminado.

Hacer un buen vino y un buen cava, no es un proceso que empieza cuando la uva llega a la bodega, sino que empieza en el mismo viñedo, con el crecimiento de la cepa, su cuidado y de su uva. La buena calidad de un buen vino o un buen cava, además de su tratamiento en las botas y tinas está en este trabajo previo.

Consideramos que si la uva tiene buena calidad y los procesos que utilizan posteriormente se llevan a cabo correctamente, no es necesario manipular más del necesario el vino o el cava. Este ya dará las características que lo harán un gran producto.

Es por esto que sus cavas tienen un contenido bajo en sulfitos y no se les aplica licores que puedan modificar su gusto en el paladar.

Su condición de bodega pequeña no nos permite tener una gran producción de vino y cava, pero sí que les permite y ayuda a tener un buen control de calidad.

De la misma forma, los viñedos de dónde hacen crecer la uva están situados a los costeros de las montañas de Ordal, a unos 400 metros sobre el nivel del mar. Unos terrenos más bien agrestes y fuertemente aterrasados que no dan unas grandes producciones como los viñedos situados en las grandes planas del Penedés pero que a cambio nos ofrecen un fruto más diferenciado de la resta de bodegas; tanto en cantidad como en calidad.

Todos sus vinos tienen el reconocimiento de ser de la Denominación de Origen Penedés (DO Penedés) y todos sus cavas están reconocidos dentro de la Denominación de Origen Cava (DO Cava).

Además, algunos de sus cavas han tenido ya reconocimientos fuera de nuestras fronteras; premiados diversas veces al concursos “Effervescents du Monde”.